Llegue al salón de clases y el maestro titular me pidió un
lapso de tiempo para continuar con un tema de matemáticas, que había dejado
pendiente la clase anterior. Esto no afecto mi planeación, ya que el profesor
aprovecho el tiempo libre, ante la inasistencia de la maestra de ingles. Cuando
el maestro terminó la temática, me dispuse a establecer las nuevas reglas de
clase y la dinámica de trabajo que se llevaría a lo largo de la jornada.
Probablemente esto me llevo un tiempo
considerable, pero que sin duda alguna me permitió trabajar satisfactoriamente
durante todo el día. Establecí con anterioridad los equipos de trabajo, y a
pesar de que algunos alumnos se vieron inconformes con la propuesta, pronto se
integraron al equipo correspondiente.
Después de establecer
los acuerdos, comenzó la clase de Formación Cívica y Ética, que para ser
sincera dejó puertas abiertas a la vida de los niños, su convivencia y sobre todos a diversas
emociones respecto a sus compañeros, dentro y fuera del aula.
Comentaron que acciones qué realizan los demás, los agreden
o los hacen sentir mal, y en relación a eso elaboraron una propuesta anónima
para mejorar la convivencia en clase. Tome solo algunas de ellas y las leí
frente a todo el grupo, entre estas sobresalían comentarios muy positivos y
otros que proyectaban problemáticas que día tras día aquejaban a los niños;
golpes, insultos, apodos e incluso peleas, fueron las palabras protagónicas
entre cada comentario. Es increíble como la vida de un niño siempre termina
reflejada en la escuela, como los conflictos entre sus padres, los problemas
económicos incluso hasta una simple pelea entre hermanos, los envuelve cada día
en un sin fi de situaciones que los atan al momento de asistir a clase.
Terminamos la sesión con una serie de acuerdos pertinentes para una convivencia
positiva entre cada uno de ellos.
La clase de español, como era de esperarse, resulto ser lo
mas complicado durante el día. Se organizaría una pastorela, lo que mantuvo a
los niños entusiasmados por saber cual seria el papel que representarían en la
obra de teatro.
La sesión de matemáticas fue abordada de una manera más ágil
y productiva, ya que los niños habían revisado previamente la temática de
Figuras y cuerpos geométricos con anterioridad, permitiendo optimizar el tiempo
de trabajo y revisión.
Cada día se aprende algo nuevo…
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Cada persona es un mundo, y cada alumno
atraviesa por situaciones diferentes día con día, el escuchar lo que sienten y
piensan no es conocerlos, sino comprenderlos.
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Los grupos de trabajo previamente asignados,
optimizan el tiempo de clase y diversifican la forma de trabajo en el aula.
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Tomar en cuenta sus comentarios y opiniones, no
solo mejoran la convivencia entre el grupo, sino que también conlleva a la reflexión
personal de las actitudes que cada alumno tiene en relación a los demás.
Marcar un tiempo definido para cada actividad,
acostumbra a los alumnos a optimizar y aprovechar mejor el tiempo para trabajar
en clase.
"La sonrisa de un niño… el reflejo
más grande de su gratitud"
Para que veas que si lo estoy viendo, te felicito, un trabajo integral muy completo y muy interesante tu blog
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